Para un periodista oficialista que por ética me reservo el nombre.
Por: Vanessa Alonso
Abrazos no faltaron, sonrisas, miradas que decían más de lo que se pueda leer en el mejor diario del mundo.
-¡Llévame contigo! Y con los brazos abiertos me recibía un joven periodista que hoy sorprendida leo queriendo ser como el Che.
íY pensar que yo también quería ser como el Che e incluso a mi hijo llamé con su nombre!.
Yo, yo también quería ser como el Che. Como el Che que asesinó a tantos inocentes en la Cabaña. Como el Che que no temió apretar el gatillo para arrebatarle la vida a inocentes que sólo soñaron una Cuba mejor.
Pero los tiempos cambian y ya somos grandes. Ya podemos descubrir la verdad por nosotros mismos y dejar de creer en héroes falsos.
¡Llévame contigo! Y defiendes un proyecto social fracasado.
¡Llévame contigo! Y te acomodas a defender una idea en la que ni tú mismo crees.
¡Llévame contigo!, mientras disfrutas del privilegio de acceder a la Internet en un sistema totalitario, donde sólo títeres como tú pueden hacerlo, accediendo a la Red de redes en un pais que se quedo varado en la historia hace más de cincuenta años.
¡Llévame contigo! Cuando el salario no te alcanza ni para llevar a tu novia a un lugar más o menos decente y comprarle flores.
¿Porque entonces sí te quieres venir conmigo te prestas para la jugada? ¿O fue acaso la última tarea que te asignaron en la reunión del núcleo? Ese mismo partido que te censura algún que otro artículo de periodismo investigativo que lleno de sueños un dia quisiste publicar.
¡Llévame contigo!
-Diculpa, pero no. En mi país la doble moral no tiene cabida. Alla vas a estar mejor. Sigue llenando Facebook con tus fotos, con esa sonrisa que oculta las ganas de llorar de los payasos.
Dic 01/2012
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